09 Ago Cerebro y universo: ¿dos estructuras con la misma naturaleza?
Este artículo nace a partir de dos imágenes. Fíjate en las que incluyo a continuación. Reproducen una estructura muy similar. Una muestra complejas interacciones entre varias células nerviosas en el cerebro de un ratón y la otra representa a gran escala la distribución de la materia en el universo. ¿Sabrías distinguirlas?
La que lleva el número 1 se corresponde con el cerebro de un ratón. La segunda muestra un fragmento del universo de unos 9.000 millones de años luz y es una simulación de un proyecto, Millennium Simulation, que pretende explicar la formación de galaxias.
Imagen de Millennium Simullation
Realizada por el Consorcio Virgo en 2005, esta investigación concluyó que hay redes en forma de filamentos que conectan grandes cúmulos y supercúmulos de galaxias, en una forma muy parecida a las redes neuronales del cerebro.
¿Células o nebulosas?
¿Sorprendente la similitud, verdad? Todavía hay más. Abajo incluyo más ejemplos de cómo se estructura la materia en el cosmos y cómo lo hace en nuestro sistema nervioso. Las dos primeras composiciones de imágenes comparan células (izquieda) con nebulosas (derecha). En la 3ª, compara una célula madre con la superficie lunar.
Fuente de imágenes: Código Oculto
¿Es nuestro cerebro el que da forma al cosmos?
¿Hay alguna relación entre la estructura del universo y la del sistema nervioso y, más concretamente, de nuestro cerebro? Hay mucho consenso científico sobre la idea de que el cerebro es la estructura más compleja del universo, pese a ser algo tan pequeño en comparación con el cosmos.
También es cierto que lo diminuto no ha sido impedimento para que el universo se expandiera y se volviera más complejo con el tiempo. Sabemos que el cerebro forma parte del sistema nervioso, pero que es el centro de control.
No intento entrar en detalles de la formación de ambas estructuras, pero sí lanzar una reflexión sobre si nuestro cerebro es una estructura que reproduce patrones del cosmos o…¿Es al revés? ¿Es nuestro cerebro el que da sentido y forma al cosmos?
En la imagen se representa el sistema nervioso central, con el encéfalo y la médula espinal. El cerebro se muestra como un conjunto de destellos que parecen recordar la luz de las galaxias. A su izquierda, tenemos una neurona, con el soma, núcleo, dendritas, axones y vaina de mielina. Las señales químicas y eléctricas que se producen entre neuronas también se asemejan al viaje de la luz por el espacio.
Las estrellas, ¿centros de control?
En el Sol, dado que es una estrella, no puede florecer la vida como en un planeta como el nuestro. Pero es fuente de vida. A nivel cósmico, los planetas pueden ser células, aunque también pueden serlo los átomos, la unidad básica de materia, pero a diferente escala.
Las estrellas como el Sol son el eje central de un sistema planetario, en torno al que orbitan planetas. Son, por tanto, un centro de control como el cerebro, que envía información a través de la luz, que es decodificada e interpretada por los planetas (células y neuronas).
Paralelismos cerebro y universo
A mayor escala encontramos las galaxias, que a su vez se agrupan en cúmulos y supercúmulos, formando una red similar a la neuronal. Son un ejemplo de la inmensidad y complejidad del espacio, que ha ido avanzando desde el Big Bang, al igual que lo hizo el cerebro humano.
Estos son solo algunos paralelismos que podríamos establecer entre las similitudes, a diferentes escalas, entre la estructura y funciones del universo y del cerebro.
Qué dice la ciencia sobre cerebro y universo
David Jou analiza, en su libro Cerebro y Universo, Dos Cosmologías, distintas perspectivas de las analogías entre la estructura y funcionamiento del universo y del cerebro. De él es la siguiente afirmación:
David Jou cree que la inmensidad del espacio es necesaria para la existencia de la vida y del cerebro. También dice que para la existencia de conciencia se requiere una cierta inmensidad del cerebro, pero no en extensión, sino en capacidad de procesamiento y memoria. Pero es el cerebro el que nos abre a la conciencia de la inmensidad del espacio.
Otros científicos han coincidido previamente con la idea expresada por David Jou de que el universo, al igual que el cerebro, no es solo una máquina. Hay procesos físicos y mecánicos pero son algo más complejos.
Lo explica también Steve Pinker, quien estaca una importante diferencia entre comprender cómo funciona el cerebro y descubrir cómo nos convierte en las personas que somos. Es decir, saber por qué algunos tipos de actividad cerebral representan algo para mí o, más concretamente, son «yo» es otra cuestión.
La memoria del universo
El cerebro muere, al igual que muchos objetos cósmicos, como las estrellas. ¿Y cuál es la memoria del universo? En realidad nosotros mismos la somos y hasta los átomos de hierro del núcleo de la Tierra que proceden de los restos de una supernova.
Como dice el historiador David G. Christian, el ser humano tiene memoria desde que creó el lenguaje y hace miles de años que la muerte del cerebro no es obstáculo para la memoria gracias a lo que llama “collective learning» (“aprendizaje colectivo” en inglés).
Naturaleza de las creaciones humanas
Pero antes de terminar el artículo, me gustaría lanzar una reflexión final. Si el universo es el cerebro o el cerebro es una estructura más pequeña contenida en el cosmos, ¿cuál es la naturaleza de las creaciones humanas?
¿Podemos denominarlas artificiales o, por el contrario, replican esa estructura y funciones del universo? Un ejemplo es la computación y la nueva era digital, que no solo transforma la naturaleza humana, sino que la ayuda a descubrir su propia naturaleza y la de cosmos.
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