Errores sobre los dinosaurios en Jurassic World Dominion
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Errores sobre dinosaurios en Jurassic World Dominion

Errores sobre los dinosaurios en «Jurassic World: Dominion»

Los dinosaurios se vuelven a poner de moda estos días (si es que alguna vez dejaron de estarlo) a raíz del estreno de Jurassic World: Dominion, la última secuela de la saga que inició Steven Spielberg. Y, debido a la película, se avivan los debates sobre las evidencias científicas acerca de cómo eran realmente estos enormes animales del Mesozoico.

Aunque es probable que nunca lleguemos a tener una reproducción exacta de su aspecto real, lo cierto es que cada vez se sabe más sobre estos reptiles tan singulares. Y eso hace que se pueda poner en duda algunas de las caracterizaciones que se ven en el largometraje. Estos son algunos de los aspectos que me gustaría destacar.

¿Realmente el Giganotosaurus fue el dinosaurio carnívoro más grande conocido?

Uno de las novedades que se incorporan es el Giganotosaurus. Como indica su nombre, se trataba de uno de los dinosaurios carnívoros de mayor tamaño que se han documentado hasta la fecha. Son más bien escasos los restos fósiles encontrados de este animal, concretamente en unas rocas del Cretácico en la Patagonia (Argentina). A partir del holotipo se ha determinado que podría haber medido unos 13 metros de largo y pesado entre seis y ocho toneladas.

Estas medidas superarían ligeramente las dimensiones del Tyrannosaurus rex (T. rex), que llegaría hasta los 12 metros de longitud y entre seis y nueve toneladas de peso. Algunas fuentes atribuyen incluso más peso al rex, pero no hay un consenso al respecto. Incluso el propio asesor científico de Jurassic World: Dominion, el paleontólogo Steve Brusatte, señalaba en su obra Auge y caída de los dinosaurios (2019) que el Giganotosaurus seguía siendo “una o dos (toneladas) más liviano que rex, de manera que este no tiene competidores para el título de animal puramente carnívoro mayor que cualquier otro que viviese en tierra firme durante la era de los dinosaurios o, de hecho, en cualquier época de la historia de nuestro planeta”.

Giganotosaurus

Giganotosaurus

Si bien la mayoría de los datos apuntan a que Giganotosaurus fue realmente mayor que el T. rex, es cierto que se conservan muchos más fósiles de este último, muchos de ellos casi completos, lo que hace que sus estimaciones sean más precisas.

Con todo, quedaría otro rival más al que superar: el Spinosaurus. Este depredador podría haber medido entre 12 y 18 metros de longitud, si bien estudios más recientes (de 2014 y 2018) lo sitúan entre los 15 y 16 metros y entre las seis y nueve toneladas de peso. Esto eclipsaría el tamaño del T. rex y el Giganotosaurus. Hasta ahora se han recuperado varios especímenes de distintas especies de espinosáuridos. Se conserva una enorme cantidad de restos parciales que demuestran que fue un animal común en el Cretácico. Hasta ahora se considera que fue el carnívoro más grande entre los dinosaurios, por lo que la afirmación de la película respecto del Giganotosaurus no sería cierta.

T-Rex y Giganotosaurus, un encuentro imposible

Otras de las escenas que han despertado mayor interés en la película es el encuentro y posterior lucha entre el rex y el Giganotosaurus, dos superdepredadores que no habrían tenido rivales en su época. Y que, a decir verdad, tampoco habrían sido competidores entre sí, pues ambos habitaron la Tierra con una distancia de casi 30 millones de años. El Giganotosaurus vivió en el Cretácico superior, entre 99,6 y 97 millones de años, mientras que el rex lo hizo a finales de este período, entre 68 y 66 millones de años atrás, justo antes de la extinción masiva que acabó con la mayoría de los dinosaurios.

Las especies que sí coincidieron en el tiempo fueron el Giganotosaurus y el Spinosaurus, si bien no lo hicieron físicamente, pues en el Cretácico el gran supercontinente Pangea seguía fragmentándose y África (donde habitaba Spinosaurus) y América del Sur (territorio del Giganotosaurus) ya se habían separado y empezaba a coger forma el océano Atlántico.

Los velociraptores sin plumas

En esta secuela, aunque hay raptores que ya se ilustran emplumados, como es el caso del Pyroraptor olympius, todavía no es así en el caso de los velociraptores. La saga ha decidido mantener la estética previa por una cuestión de coherencia visual, aunque los descubrimientos realizados posteriormente a la primera película del mundo Jurassic (1993) confirmaron que los dinosaurios terópodos dromeosáuridos, como el velociraptor, tenían el cuerpo cubierto de plumas y estaban totalmente desarrolladas en los brazos. Unos huesos con pequeñas protuberancias hallados en 2007 demuestran, sin lugar a dudas, que Velociraptor tenía plumas.

Velociraptor emplumado

Therizinosaurus, un terópodo herbívoro

Otro de los hechos que tampoco es fiel a la evidencia científica es asociar al Therizinosaurus como un carnívoro. A pesar de que sus hábitos alimenticios no están nada claros, todo parece apuntar que este dinosaurio era herbívoro, si bien es algo muy extraño entre los terópodos. Se cree que pudo haber utilizado sus garras (de hasta un metro de longitud) como herramienta para cortar ramas de árbol, como hacen los perezosos actuales.

Por tanto, no tiene sentido que mate a un ciervo, como se ve en la película o persiga a Claire (Bryce Dallas Howard) como si fuera su próxima presa. Con todo, hay que decir que la reproducción de este dinosaurio en Jurassic World Dominion es muy fiel a los fósiles que se conservan.

Dilophosaurus, sin veneno ni pliegue

Este dinosaurio se hizo muy popular en Jurassic Park (1993) por su gran pliegue de piel alrededor del cuello que se abría como una especie de paraguas y por su capacidad de escupir veneno. Sin embargo, estas son dos características que no poseía o de las que no hay evidencia científica y que también se repiten en el cierre de la saga, seguramente para recuperar uno de los animales clásicos del universo Jurassic.

Dilophosaurus

Es uno de los escasos terópodos que se conocen del Jurásico inferior y es cierto que era uno de los más llamativos. En su cráneo tenía dos crestas paralelas en forma de placa dispuestas a lo largo de la superficie superior del hocico, aunque su función se desconoce. La hipótesis con mayor fuerza es que las utilizaba como reclamo sexual.

No todos los animales que se ven en la película son dinosaurios

En el film aparecen algunas especies de reptiles que no son realmente dinosaurios. Es el caso del primer que se aperece, el Mosasaurus, un lagarto acuático (los dinosaurios nunca habitaron los mares) que pertenecía al género extinto de saurópsidos mosasáuridos.

En los aires, aunque ya había aves en el Mesozoico (y también eran dinosaurios pero las primeras especies no volaban), reinaban especies de lagartos alados, los pterosaurios como el Quetzalcoatlus, que fue uno de los mayores animales voladores descubiertos hasta la fecha. Los pterosaurios no eran dinosaurios, pues no poseían la postura erguida que caracterizaba al superorden Dinosauria, al que también pertenecen las aves.

Dimetrodon

En las minas que se ven en la película se esconden los icónicos Dimetrodon, populares por sus enormes velas. Aunque se suelen confundir con dinosaurios, en realidad no lo eran. De hecho vivió en el Pérmico inferior, muchos millones de años antes de que aparecieran los dinosaurios. Se trataba de un reptil y un antepasado lejano de los mamíferos primitivos.

📸 Imagen destacada de este artículo: licencia Canva Pro / Diseño realizado por MR1805 – Getty Images. Reconstruye en 3D la lucha entre un Giganotosaurus y un T. rex.

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