09 Mar Un blog sobre ciencia y comunicación científica
Nada es definitivo, salgo las ganas de contar algo. En ocasiones no sabemos el qué o cómo contarlo. Pero el hecho de vivir, conocer y sentir son motivos para tener algo que transmitir a los demás. Yo creé mi primer blog, Los Vaporosos, en 2005, durante la primera gran oleada de blogs que se produjo en la Red y también en Galicia. Había referentes indiscutibles, que seguía de cerca, como Todo Nada de María Yáñez o As túas balas de Xabier Cid.
Estaba entonces en la universidad y florecieron más pequeños espacios cibernéticos donde un grupo de estudiantes contaba sus reflexiones y batallitas entre clases. Y también las conquistas (de amores y otras parcelas). Para nosotros, por lo menos para mí, fue el primer germen de ese big bang de relaciones virtuales con cierta conexión física (porque luego acababan trasladándose a algo material). Todavía no habían irrumpido las redes sociales, salvo Fotolog o los chats, que llegaron antes que Facebook y todo lo demás.
Yo tenía algo que contar y sentía la necesidad de hacerlo público. Entre otras cosas, por aquel entonces estaba saliendo del armario y mi estado de cosas estaba cambiando a gran velocidad. Hay experiencias que uno no se puede quedar para sí, necesita airearlas. Quizás es una forma de sentirse orgulloso.
Diez años después llegaría otro nuevo impulso bloguero, pero más débil, sin tener claro qué contar. Murió sin más. Y menos mal, porque no estaba contento de tener que hablar por hablar. Las palabras son ruido si no se utilizan de la forma adecuada.
El tercer intento
Ahora, en 2019, llega el tercer (¿y último?) intento. Pero recupera el espíritu de esa primera oleada, en la que las palabras se ponían de acuerdo para salir. Solo que muchas cosas han cambiado. Yo he cambiado. Soy más viejo, más cauto y me gusta tener estas cosas (las de hablar en público) más controladas. Si bien los que me conocen saben que sigo siendo alguien sin tapujos y que no me voy a dejar domar por los corsés sociales fácilmente. El Universo puede parecer aburrido si no lo conocemos. Pero en esa oscuridad que contemplamos desde la Tierra hay millones de puntos brillantes que tienen algo que contar, algo que nos impulsa a seguir explorando, incluso ahora que pensamos que lo conocemos todo.
Soy de la rama de Ciencias Sociales (las popularmente conocidas como “mixtas”, letras y ciencias), pero siempre me consideré más de letras. Quizás por eso hice Periodismo. Sin embargo, desde pequeño admiro la ciencia, aunque sin saber muy bien por qué. Creo que es por su capacidad de ofrecer respuestas. Y, dado que me hago mayor, siento la necesidad de obtener más respuestas.
Este despertar científico en mí volvió en 2018 y va creciendo hasta el punto de que he decidido dedicarme a contar historias sobre ciencia. Primero las devoro y las asimilo, luego intento transmitir lo que aprendo. Porque no os podéis imaginar la cantidad de gente en busca de respuestas. Creo que el antropocentrismo está tocado y son cada vez más las personas que quieren comprender nuestro verdadero lugar en todo lo que existe y cómo de relevantes somos, si es que lo somos. Al menos en una cosa somos increíbles: en nuestra capacidad de hacernos preguntas o de escribir estas palabras en este blog.
Un blog sobre comunicación científica desde múltiples ámbitos
No soy científico ni me considero divulgador científico. De momento soy aprendiz en temas científicos y mi objetivo con este blog es reflexionar sobre mi aprendizaje e informar sobre las novedades en comunicación científica. Pretendo ver la ciencia desde el ámbito de la comunicación, pero también acercar aspectos científicos complejos a un público más amplio y heterogéneo.
A través de las categorías de este blog ofreceré diversas perspectivas y me centraré en múltiples ámbitos que tengan relación con la ciencia: comunicación, Internet, tecnología, medio ambiente, sexo, relaciones sociales, etc. Quiero traer una ciencia próxima y divertida, pero rigurosa y seria al mismo tiempo. Y, para ello, no solo contaré mis reflexiones, sino también la de otras personas, a través de colaboraciones, entrevistas o declaraciones.
Sin embargo, este será un espacio personal, que solo me pertenece a mí y que no pretende imponer a nadie. Y que en ocasiones se mezclará con temas personales porque, ¿cómo puedo decir que algo de lo que hago, incluido este blog, no es personal? El blog es público, porque siento esa necesidad de contar cosas a los demás, pero no deja de ser, al mismo tiempo, algo privado, donde exhibo una parte íntima de mi pensamiento. Esto es importante tenerlo en cuenta si vas a seguir explorando. Espero, al menos, que encuentres alguna respuesta que estás buscando.
Este blog fue recomendado en el artículo «Blogs de Ciencia” publicado por la editorial educativa Twinkl en su blog educativo en español.
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